
Audi S5 Avant 367 CV, a prueba: el A5 Avant que no renuncia a nada
La tradición de los familiares que tienen en Audi es prácticamente insuperable. Hay otros fabricantes que no han respetado esa carrocería o que no le han dado la importancia que merecía. Sin embargo, la firma de los cuatro aros no sólo ha apostado por ella, si no que la ha puesto en un lugar privilegiado.
Basta con ver la historia de Audi RS o RennSport, que comenzó en 1994 con el RS 2 Avant con carrocería familiar y desarrollo conjunto con Porsche. El caso es que después llegó el A4 Avant, un modelo que ha fallecido y que ha dado paso al Audi A5 Avant. Se planteaba que los números pares para los modelos eléctricos y los impares a los de combustión. Ahora se ha revocado esta decisión, pero mantiene esta denominación inédita hasta la fecha.
El anterior A5 tuvo las carrocerías Coupé, Cabrio y Sportback de cinco puertas; el actual se queda como puro sustituto del A4 con una carrocería Sedán y otra familiar Avant. En este caso nos ponemos al volante del segundo, que es la opción más práctica y atractiva para muchos, y que ya está en el mercado desde un precio de 53.310 euros. Eso sí, el precio puede ir subiendo en función de la versión elegida.
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Exterior
Aunque se llame Audi A5 Avant, lo cierto es que podemos tratarlo más como una evolución del A4 Avant, al menos en términos de diseño. Ya sabemos que la firma de los cuatro aros no se prodiga demasiado en hacer diseños rompedores y esto no iba a ser una excepción.
Sigue unas líneas fluidas y reconocibles, que comienzan por un frontal situado más abajo gracias a una sección conocida como “softnose”. En él predomina una parrilla Singleframe octogonal que destaca por su anchura y que tiene un panal tridimensional en su interior. Va alineada con unos faros más largos y estrechos, que pueden tener la tecnología Matrix LED y diseño personalizable.
En la parte inferior vemos un paragolpes ancho y de corte deportivo, algo que se remarca más en las versiones con S line o en el caso del S5 que llevamos nosotros. Si nos movemos a la vista lateral llegamos a mi parte favorita del Avant, la que distingue al familiar de la berlina.
Antes hay que mencionar que las llantas en este modelo van desde las 17 pulgadas hasta las 20 pulgadas con diseño firmado por Audi Sport que lleva el nuestro. No pasan desapercibidos unos tiradores enrasados con la carrocería que tienen apertura eléctrica. En esta versión vemos unas barras de techo que quedan disimuladas, pero que es algo que no vemos en la otra carrocería.
Lo mismo ocurre con la forma que tiene el techo de fundirse en caída con el spoiler de techo, de corte bastante deportivo. Queda por encima de una pequeña luneta y en la parte central vemos un elemento diferenciador. Se trata de los pilotos traseros OLED, que tienen una firma lumínica personalizable y un diseño que ocupa prácticamente toda la anchura del vehículo. En la parte inferior vemos un difusor bastante prominente, que va en color de contraste y que acoge diferentes salidas de escape en función de la versión. En el S, hay cuatro salidas circulares.
El Audi A5 Avant es un modelo familiar del segmento D. Presenta un aumento en dimensiones ejemplar, ya que éste y su hermano Sedán son los primeros modelos que se asientan sobre la nueva Plataforma Premium de Combustión (PPC). Se traduce en una longitud de 4,83 metros, seguida de una anchura de 1,86 metros y una altura de 1,46 metros. La distancia entre ejes se extiende hasta los 2,89 metros. Curiosamente, tiene las mismas dimensiones que el Sedán
Interior
El habitáculo del Audi A5 Avant es de última generación y, por lo tanto, más avanzado que el de otros modelos. Por supuesto, es un escenario totalmente digital con una tecnología muy avanzada que puede llegar incluso a agobiar. Cuenta con la nueva pantalla panorámica Audi MMI que es una gran superficie curva que sorprende por su tamaño y también por lo bien que se ve.
Cuenta con tecnología OLED y muestra niveles de contraste muy conseguidos, incluso cuando le incide el sol directamente. Como pasa siempre, la parte izquierda hace las veces de instrumentación con 11,9 pulgadas dedicadas y la derecha es táctil de 14,5 pulgadas y controla el resto de funciones.
Este modelo cuenta con demasiado protagonismo de lo táctil se ha reducido el número de controles analógicos, aunque quedan en el volante, en las puertas y en la consola central. En todo caso, las funciones importantes van integradas en una pantalla de respuesta rápida con la última arquitectura electrónica de la marca. Además, la conectividad con el teléfono móvil está asegurada gracias a Apple Car Play y Android Auto, incluyendo una superficie de carga inalámbrica. El control por voz ha mejorado y próximamente incluirá Chat GPT, ya que acepta actualizaciones OTA.
Parece imposible dejar de hablar de tecnología en este Audi A5 Avant. De hecho, vemos que hay más opciones. El Head-Up Display ayuda mucho a no desviar la atención de la carretera gracias a su gran tamaño y a los diferentes modos de mostrar información. Por no hablar de la pantalla del acompañante, que es una táctil de 10,9 pulgadas que el conductor no ve, pero sirve para que la otra persona pueda controlar algunas funciones. Se recomienda montarla, ya que de serie esta superficie va en negro y queda muy sosa.
En términos de calidad, el Audi A5 Avant destaca para bien. Lo cierto es que se nota que viene de una marca premium debido a los materiales empleados. En este caso, nos tenemos que quedar con la tapicería de cuero perforado que cubre los asientos deportivos, que tienen el logotipo S iluminado, reglajes eléctricos, memoria, calefacción, ventilación y masaje.
Hay materiales mullidos en casi todas las superficies y destacan el Alcántara de las puertas o las molduras del salpicadero. Sin embargo, el black panel de la consola central deja un mal sabor de boca al estar presente en todo un S5 que ronda las seis cifras.
La habitabilidad es buena en el Audi A5 Avant. Lógicamente en las plazas delanteras es más notable que en las traseras. En la segunda fila de asientos podemos ver un espacio bastante destacado, pero mejor para cuatro que para cinco usuarios. En las plazas laterales hay bastante espacio para las piernas y uno algo justo para la cabeza.
Ahí se viaja bien, pero la plaza central es más estrecha e incómoda, sobre todo por el túnel de transmisión que obliga a tener las piernas abiertas. Por suerte se puede hacer uso de un reposabrazos cuando no se usa y también vemos salidas del aire y tomas USB aquí atrás.
Maletero
El maletero siempre va a ser uno de los puntos fuertes de un vehículo de corte familiar. En este caso no se queda atrás, pues el Audi A5 Avant presume de una capacidad de 476 litros utilizando las cinco plazas. Esta superficie es aprovechable debido a que va enrasada con el piso de la carrocería y también por ventajas como la iluminación o los ganchos para fijar la carga. No falta un hueco debajo del piso para objetos pequeños, pero no es suficiente para una rueda de repuesto.
En el caso del A5 Avant normal, permite abatir los asientos traseros en tres partes (40:20:40) para dejar una capacidad máxima de 1.424 litros. Sin embargo, aquí estamos con el S5 y tiene el sistema MHEV, lo que hace que su maletero se reduzca un poco. Hablamos de que por defecto tiene 448 litros y que su capacidad máxima se queda en 1.396 litros, nada desdeñable.
Motor
La idea era dejar los números impares para los modelos que mantengan la combustión unos años más. Por lo tanto, el Audi A5 Avant se presenta con una gama que tiene diésel y gasolina, que también tiene presencia de una hibridación ligera de nueva hornada. El sistema MHEV plus está presente en algunos de ellos con su tecnología de 48 voltios y un mayor apoyo de la electricidad gracias a un pequeño motor de hasta 24 CV, compresor eléctrico para el aire acondicionado y una recuperación adicional en la frenada. Lo porta el Audi S5 Avant que estamos probando y también otros como el diésel.
Si comenzamos de mayor a menor, el S5 sería el tope de gama hasta la llegada de un RS. Cuenta con un motor de gasolina V6 biturbo con 3.0 litros que ofrece 367 CV de potencia. Hay un gasolina de acceso que lleva el 2.0 TFSI con 150 o con 204 CV, pero no cuenta con etiqueta ECO por falta de electrificación. Sí que la lleva la única variante diésel por el momento, que lleva el 2.0 TDI de cuatro cilindros con el MHEV plus para llegar hasta los 204 CV. Sobra decir que no hay versiones manuales de este modelo y que todos van ligados a la transmisión automática de doble embrague.
Comportamiento
Hemos hablado de lo aprovechable que puede llegar a ser la gama del Audi A5 Avant. Probablemente el diésel sea la opción más inteligente para aquellos que hagan más kilómetros al año, una “unpopular opinion” en los tiempos que corren. Pero para aquellos inconformistas que quieran un rendimiento superior sin renunciar al confort en marcha, el Audi S5 Avant es el más completo.
Nos ponemos al volante de la versión con mecánica de seis cilindros, turboalimentación por partida doble y 3.0 litros que ya es la base en sí misma del futuro RS. El nivel de potencia es ideal para establecerse por encima del resto de la gama y aún así dejar hueco para un modelo más radical que debería llegar durante este mismo año.
Son 367 CV y 550 Nm de par entre 1.700 y 4.000 rpm, una potencia más que respetable. Destaca el refinamiento del bloque V6, que apenas vibra y que entrega su par motor de forma lineal y contundente. Es un vehículo que puede ser suave cuando se lo pides y también reactivo cuando se requiere. Las prestaciones son un dato clave para entender el Audi S5 Avant. A pesar de tratarse de un deportivo de acceso y esperar una variante más radical que quede por encima, su rendimiento es envidiable. Acelera de 0 a 100 km/h en 4,5 segundos y su velocidad máxima está limitada a 250 km/h.
Con esta carta de presentación queda claro que es un modelo con enfoque deportivo y, aún así, lleva la etiqueta ECO y mira mucho por la eficiencia. La incorporación del sistema MHEV Plus es un paso adelante respecto a otros microhíbridos. Mantiene esa estructura de 48V, pero con un motor más capaz que puede aportar hasta 24 CV.
La clave es que tiene la capacidad de mover las ruedas por sí solo, como en un híbrido, algo que veremos en algunas ocasiones concretas. Llama la atención en maniobras de aparcamiento o aproximación a un semáforo, pues el Start & Stop está ampliado. Además, con el modo vela ayuda a mantener velocidades de crucero y a reducir los consumos.
El sistema microhíbrido ayuda bastante, pero en la práctica no hay que olvidar que el Audi S5 Avant es un modelo de corte deportivo y un tamaño ejemplar. Esta versión tiene un consumo homologado de entre 7,6 y 8,0 litros en función de las llantas, pero es complicado conseguir esas cifras en condiciones normales. Hemos hecho un viaje largo por autopistas y ahí marcamos una media de 8,7 litros, que no está nada mal. Sin embargo, cuando frecuentamos carreteras secundarias y tramos que nos inviten a pisar un poco más el pedal derecho, el consumo se puede disparar. La media total que dejamos estuvo en 9,5 litros.
También hay que decir que todo depende de cómo conduzcamos. En el S5 Avant tenemos para seleccionar entre cuatro modos de conducción: efficiency, comfort, balanced y dynamic. Cambia bastante el carácter del coche, endureciendo la suspensión, haciendo más firme la dirección y ajustando el cambio. Por cierto, este modelo equipa la transmisión S tronic de doble embrague y siete velocidades tan conocida en la marca de los cuatro aros. Hace las transiciones con premura y es bastante suave. Por descontado, va ligado a la tracción integral quattro que asegura que se transmita la potencia de manera óptima.
A nivel de chasis, el Audi S5 Avant es un ejemplo del equilibrio perfecto. Su aplomo le hace un vehículo ideal para viajar en vías rápidas y su nivel de rigidez en la suspensión le dan ese toque deportivo que tiene que aparecer en un modelo con apellido S. De la suspensión hay que decir que tiene control adaptativo de la amortiguación y reduce la altura en 20 mm respecto a otras versiones del A5 Avant. Eso sí, hay que tener en cuenta que es un ejemplar que tiene un peso de 1.965 kg y que no es el summum de la agilidad. En ciudad y en maniobras lentas es algo que se hace patente.
Opinión coches.com
30 años después de la primera generación del Audi A4 se puso punto y final a esa denominación. A pesar del éxito cosechado con millones de unidades a sus espaldas, se llevó a cabo el cambio de nombre y ahora el Audi A5 Avant es el familiar de tamaño medio que mantiene las opciones de combustión. Aunque estéticamente no haya demasiado salto, asentarse sobre la nueva plataforma PPC lo convierte en un producto más avanzado tecnológicamente. También avanza en el apartado dinámico, con una gama interesante y un comportamiento al que es difícil sacar pegas.
Eso sí, si los primeros Audi A4 podían llegar a ser coches para la clase media, ahora ya sólo están a la altura de los bolsillos más pudientes. Este ejemplar tiene un precio de partida de 53.310 euros, pero quien busque un A5 Avant seguramente quiera una configuración más trabajada y no se conforme con los básicos. Eso hará que la tarifa se incremente sustancialmente, ya que los opcionales son caros. Incluso se puede llegar hasta los 93.290 euros que cuesta el S5 Avant que tenemos y subirá por encima de las seis cifras si completamos su dotación.
- Diseño del familiar
- Gama mecánica variada
- Comportamiento dinámico ejemplar
- Algunos materiales del interior
- Maletero en los MHEV
- Precio con opcionales
Audi S5 Avant 367 CV, a prueba: el A5 Avant que no renuncia a nada. Galería de fotos
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