
Opel Manta: la interesante historia del mejor coupé de la firma del rayo
Dicen que la competencia es buena porque te obliga a aprovechar al máximo tus productos. En la industria automotriz, las rivalidades hacen que nazcan productos interesantes, tales como fue el Opel Manta. En 1969, Ford presentó en Capri siguiendo la fórmula del Mustang, lógicamente en un tamaño reducido. El coupé del óvalo azul ganó popularidad rápidamente y se convirtió en un gran éxito en su primer año, con más de 400.000 copias vendidas. Opel ignoró este mercado desde el principio.
Vendía el Kadett, el Ascona y el Rekord, y en aquel entonces alcanzaron cifras récord. Se abrieron nuevas fábricas y la empresa comenzó a exportar vehículos al mercado más grande del mundo: Estados Unidos. Sin embargo, las excelentes ventas del Capri no pudieron pasar desapercibidas por los protagonistas de Rüsselsheim. El gigante alemán da luz verde para dar vida a un modelo similar, y así como el Capri se basó en el Cortina, Opel hizo lo propio para compartir plataforma con uno de sus coches ya existentes. La elección recayó en el Ascona, previsto para 1970.
Opel Manta (A): nace en 1970 la primera generación
El Opel Manta (A) fue lanzado en septiembre de 1970, dos meses antes que el entonces nuevo Ascona en el que se basó. Era un competidor directo del Ford Capri, un coupé de dos puertas y tres volúmenes bien definidos, con unas distintivas luces traseras redondeadas muy similares a las del Opel GT (y que de hecho se usaron en el su último año del GT, en 1973). La elección del nombre recayó en honor a una de las criaturas marinas más inusuales, que, por su apariencia, infunde miedo y temblor. Opel quería una impresión similar con su coche de estilo fastback.
Curiosamente, aunque en su tierra natal y el resto de Europa se le conociese como Manta, otros países lo recibieron con una estrategia de marketing un tanto extraña. En Reino Unido se vendió solo como Opel; no hubo Manta (ni Ascona) bajo la insignia Vauxhall hasta después de su debut en 1975. El enfoque de ventas de Opel en el mercado estadounidense fue igualmente particular. El Manta (A) fue uno de los pocos modelos de Opel vendidos en territorio norteamericano. Estos fueron importados por General Motors (GM) y vendidos a través de concesionarios Buick.
Otros modelos Opel comercializados en Estados Unidos fueron el Rekord (1956-1961), el Kadett (1964-1971), el GT (1969-1973), el Manta y el Ascona (1971-1975). El Manta también se vendió con el nombre de Sport Coupé 1900 (1971-1972), que mantuvo hasta que se cesó la importación en 1975. El Manta fue reconocido por ser uno de los coches con mejor manejo de su clase y ganó una gran cantidad de rallies en Europa y en EE. UU. De hecho, aquí y allá vimos una versión más deportiva con el apellido “Rallye” (1971-1974), del cual hablaremos con detalle más adelante.
En 1973 y 1974 también estaba el modelo “Luxus”, que incluía refinamientos como asientos de pana, interiores codificados por colores (azul o burdeos) y paneles de madera de pega. Pero, sin duda, el modelo más popular fue con el acabado “Berlinetta”, que añadía las molduras de goma en los parachoques, un techo de vinilo y varios detalles en cromo. Curiosamente, aunque el Opel Manta se desarrolló exclusivamente para compradores europeos, la mayoría de los ejemplares vendidos de la primera generación (unas 500.000) terminaron en el mercado estadounidense.

Pero, el modelo más atractivo fue el Opel Manta GT/E de 1975 y las varias ediciones especiales que se basaron en ella. El Manta GT/E era una versión con inyección de combustible del motor de 1.9 litros, y las cifras de rendimiento eran muy impresionantes para la época. Con 105 CV que movían 980 kg, hacía el 0 a 100 km/h en 11,5 segundos y alcanzaba una velocidad máxima de 188 km/h. Las ediciones especiales más notables fueron el “Black Magic” (pintado en negro con una franja amarilla) y el “Swinger” (pintado en blanco con una franja y un interior en rojo).
Modelos especiales del Opel Manta (A)
Opel Manta Rallye: se trataba de un paquete estético y una puesta a punto para el mercado de EE. UU. Vendido de 1971 a 1974, lo primero que llamaba la atención era el capó negro y los faros antiniebla adicionales. Mecánicamente, la única diferencia con respecto al 1.9 SR era la relación de transmisión de la caja de cambios manual. Además, contaba con una suspensión más rígida, un radio de giro más estrecho y unos ángulos de caída más agresivos en el eje delantero, que se combinaban con unas barras estabilizadoras dobles detrás para ser el mejor de su segmento.

Opel Manta TE 2800: este fue un proyecto completamente diferente, ya que en realidad no era un Opel. De hecho, no tenía nada que ver con el proyecto. Una empresa belga con el nombre de Transeurop Engineering también quería un Manta más enérgico. Previamente (1971-1972), Opel ya probó con una configuración de seis cilindros, pero sin éxito. Se consideró que los coches eran demasiado caros de fabricar y el mercado estaba abrumado en ese momento por los vehículos demasiado potentes. Pero Transeurop Engineering no estuvo de acuerdo con ellos.
Un bloque de 2.8 litros, tomado del Commodore, se instaló en el vano de un Manta 1.9 SR. Hubo muchos problemas. El radiador, el capó (el frente en su conjunto), el eje trasero y la transmisión tuvieron que cambiarse. Para resolverlo rápidamente, Transeurop Engineering intentó que Opel se uniera al proyecto utilizando las experiencias anteriores de Opel con la transformación, pero sin suerte. Peor aún para Transeurop, Opel ni siquiera quería el logotipo del rayo en los coches si el proyecto alguna vez despegaba. Por lo tanto, la empresa se dirigió a Steinmetz.

El preparador número uno de Opel en ese entonces suministró un nuevo capó de fibra de vidrio con un gran abultamiento para dejar espacio para el motor, un conjunto de aletas ensanchadas y un parachoques delantero integrado con el faldón inferior. Gran parte del frontal se cortó y se reemplazó con otras partes que dejasen espacio al radiador. El propulsor seguía siendo la unidad de 2.8 litros, desarrollando 142 CV y asociada a la caja de cambios manual de cuatro velocidades del Commodore, con un peso en vacío que apenas superaba los 1.000 kilogramos.
El Manta TE 2800 podía hacer el sprint de 0 a 100 km/h menos de ocho segundos. Finalmente, se vendieron un total de 79 unidades a través de Steinmetz en Alemania, y con la marca de Opel, sino con los logotipos “TE 2800”. Steinmetz ofreció una puesta a punto para rallyes y deportes de motor, aumentando la potencia hasta los 230 CV y superando a deportivos establecidos como el Porsche 911 Carrera y el BMW 2002 Turbo de 1973. Desafortunadamente, para la mayoría de la gente, era muy caro, llegando a costar casi el doble que un Manta GT/E de 105 CV.
Opel Turbomanta: es el más raro. La producción fue de un total de 33 coches, cinco de los cuales eran prototipos y los utilizados para relaciones públicas. El Turbomanta es en realidad un Manta SR de 1973 con un motor de especificaciones “S” de 1.9 litros, que originalmente producía 91 CV. La empresa británica Broadspeed fabricó los turbocompresores y, finalmente, cinco modelos con volante a la izquierda fueron a parar para la alemana Opel AG. Estos coches fueron pensados solo como prototipos, nunca apara ser comercializados en los concesionarios de Opel.
A Broadspeed se le ocurrió una solución algo especial: usó la combinación de un turbocompresor Holset 3LDG y un carburador montado dentro de una gran cámara de aire. El motor en sí estaba equipado con una junta de culata de cobre más gruesa y, como tal, la relación de compresión se redujo a 7,6: 1. El resultado fue un motor de 1.9 litros que produjo la asombrosa cifra de 156 CV, y lo más impresionante fue su aceleración, de 0 a 60 mph (0-96 km/h) en 7,6 segundos, más rápido que la mayoría de los deportivos de la época, como el mencionado nueveonve.

Los cinco coches eran de un tono amarillo girasol (“Signalgelb”, en la nomenclatura de GM), con una franja negra en el costado donde había un letrero que decía: “TURBO MANTA”. La desventaja de esto fue el consumo de combustible. El turbocompresor reducía a la mitad la autonomía del coche, y construirlo también era costoso. Por tanto, Opel canceló el proyecto, dejando los cinco coches como número total de producción. Sin embargo, un ingeniero británico del Dealer Opel Team (DOT), estaba tan entusiasmado con ellos que hizo 28 adicionales en color negro.
Opel Manta (B): el deportivo del pueblo de los 80
La segunda generación del coupé alemán, el Opel Manta (B1), llegó en agosto de 1975 junto con el Ascona (B), y se parecía en gran medida al Chevrolet Monza vendido en EE. UU. En el aspecto mecánico, el nuevo Manta era muy similar a su predecesor, con la excepción de la incorporación de otro motor: un bloque de cuatro cilindros y 2.0 litros que desarrollaba 110 CV. Por tanto, se mantenían los propulsores más pequeños. Aunque eso no le impidió seguir actualizándose, ya que hubo un apreciable lavado de cara en 1982 que le valió el código de caja “B2”.

El Manta (B) tenía un estilo más “deportivo” que su predecesor, incluido un frente inclinado que no estaba presente en Ascona. En 1977 llegó una vertiente de tres puertas con carrocería liftback bajo la denominación “CC” para complementar al modelo de dos. Esta forma tampoco era única, ya que estaba disponible en la versión británica con el nombre de Vauxhall Cavalier Sports Hatch. Con esta carrocería, bastante atípica en estos lares, se conseguía un punto extra de practicidad en caso de querer meter objetos voluminosos en el maletero gracias a una amplia boca.
Los motores disponibles comenzaban con la pequeña unidad de 1.2 litros de 60 CV, subiendo al 1.6 de 75 CV litros (ambos reemplazados posteriormente por un 1.3 de 75 CV), y el 1.9 de 105 CV. En 1976, el Manta GT/E se adaptó la segunda generación con la nueva unidad de 2.0 litros (en realidad basado en el bloque 1.9) y con un nuevo sistema de inyección electrónica Bosch. Su potencia era de 110 CV y se ofreció un kit para mejorar la inyección de combustible que prometía al menos 125 CV gracias a un árbol de levas modificado y a un nuevo sistema de escape.

Para 1982, el Opel Manta se actualizó sensiblemente para mantenerse al día. El Manta (B2) hacía gala de nuevos parachoques con unos labios inferiores más prominentes, una parrilla con cuatro lamas horizontales, un pequeño alerón en la zaga, unos faldones laterales con más nervio en las versiones GT/E y GSi (el GT/E fue renombrado como GSi en 1983, excepto en Reino Unido, donde continuó usando la nomenclatura GT/E), y la ausencia de las mecánicas de 1.2, 1.6 y 1.9 litros en virtud de la nueva unidad atmosférica de 1.3 litros y 75 CV anteriormente mencionada.
La producción del Manta (B2) siguió mucho después de que sus equivalentes (Ascona y Cavalier) fueran reemplazados por un modelo de tracción delantera, el Ascona (C). En 1982, el bloque de 1.8 litros y 90 CV de este último se instaló en el Manta. Esta unidad fue muy popular y estuvo en producción durante cinco años. Las versiones con el motor de 2.0 litros se descontinuaron en 1984, y solo el Manta GSi estaba disponible con el motor “grande”. En 1986, Opel lanzó el último modelo del Manta (B), el GSi Exclusive, con todo lo mejor del equipamiento disponible.
Desafortunadamente, debido a la interrupción de las exportaciones al mercado estadounidense, las ventas fueron muy decepcionantes, y a finales de los 80, comenzó a ser sombrío el futuro del Manta debido a altos costes de producción. Opel estaba trabajando en un sustituto del Ascona, el Vectra que se suponía que debutaría en 1988 siguiendo la configuración de tracción delantera, lo que derivaba en que la supervivencia del Manta dependiera de tener su propio esqueleto (que no pasó) si se quería mantener la configuración de motor longitudinal y tracción trasera.

GM había decidido en 1986 desarrollar un reemplazo directo para el Manta, a pesar de una caída en la popularidad de los coupés y deportivos asequibles (probablemente debido a la incipiente popularidad de los “compactos deportivos” como el Volkswagen Golf GTI) que incluso “obligó” a Ford a decidir no para reemplazar al Capri ese año. Sin embargo, los productos japoneses como el Honda Prelude y el Toyota Celica estaban disfrutando de una grata acogida, mientras que Audi había tenido un buen desempeño en el sector desde el lanzamiento del Quattro en 1980.
Opel finalmente cesó la producción del Manta (B) en 1988, y solo producía la versión GSi después de 1986. Su sucesor, el Calibra, se lanzó en 1989, ya como un coupé de tracción delantera que, en 1992, recibió un sistema de tracción a las cuatro ruedas en su versión 2.0i Turbo 4×4. Hoy en día, estos coches son difíciles de encontrar en buen estado original, puesto que muchos de ellos fueron “truñeados”. En consecuencia, su valor ha aumentado considerablemente en los últimos años, y acabarán siendo clásicos que serán guardados celosamente por sus dueños en el garaje.

Durante los 13 años de producción de segunda generación, Opel entregó 558.883 Manta, lo que da un total de 1.056.436 unidades a lo largo de sus 18 años de vida.
Modelos especiales del Opel Manta (B)
Opel Manta 400: la firma del rayo unió fuerzas con el preparador alemán Irmscher y Cosworth en Gran Bretaña para fabricar el Manta 400. A Cosworth se le encomendó la tarea de actualizar el motor de 2.0 litros y 16 válvulas, e Irmscher, que desde principios de 1977 construía el i2800 de seis cilindros, debía diseñar el exterior y el interior. Los resultados no fueron malos. Sin embargo, Opel tuvo problemas con el motor: no tenía suficiente potencia. El problema era que las culatas ya estaban construidas y no conjugaban bien con las modificaciones de Cosworth.
La solución fue rediseñar el bloque de 2.0 litros con un cigüeñal forjado y una carrera de 85 mm que terminó ampliando el volumen del motor a 2.4 litros. Opel entregó las primeras 23 unidades en 1981 y eran reconocibles por la parrilla frontal de dos ranuras (a partir de 1982 tenían cuatro). Los coches se entregaron tanto como coches de calle como de rally ajustados por la fábrica. Los conocidos como “Fase 1”, eran versiones de lujo. Porque, aunque se implementaron todos los cambios estéticos para darle más agresividad a la carrocería, venían muy equipados.

Casi todos los ejemplares se entregaron en Blanco Ártico, con llantas de aleación ligeras de 15” White Ronal. El motor estaba equipado con sistema de inyección Bosch LE y la potencia de salida eran 144 CV. Sin embargo, la “Fase 2” fue bastante diferente. Tenía grandes aletas extendidas delante y detrás hechos de fibra de carbono y Kevlar para mantener el peso bajo, así como unas puertas, un capó y ventanillas más ligeras. La potencia subió a 230 CV y se podía elegir con distintas cajas de cambios y opciones para el eje trasero, como un diferencial de deslizamiento limitado.
La “Fase 3”, que también es un término que se usa cuando se habla del Manta i400s, no fue una puesta a punto de fábrica. Muchos pilotos de la época hicieron que sus talleres afinaran aún más el motor. Algunos superaron la marca de los 300 CV e, incluso hoy en día, los bloques se pueden ajustar para ofrecer más de 340 CV sin ningún tipo de sobrealimentación. Del Opel Manta 400 se produjeron un total de 245 ejemplares siguiendo las normas de homologación de FISA (hoy FIA), pero el i400 también generó otras versiones ahora muy apreciadas por los fanáticos.

El primero de ellos fue el Manta i200, básicamente un GSi con la apariencia del Manta 400. Se fabricaron 700 unidades, y todavía se consideran una pieza de colección. El i200 utilizó un motor de 2.0 litros con 125 CV. También estaba el Manta i240, que es más raro, ya que solo se hicieron 300. Se equipó con el bloque del Manta i400, pero usando una culata de hierro fundido de ocho válvulas. Presentado por primera vez en el Salón del Automóvil de Ginebra de 1985, entregaba 136 CV, más que suficientes para alcanzar una velocidad máxima declarada de 200 km/h.
Opel Manta Irmscher (i200/i240/i2800): desde el preparador alemán también salieron algunos Manta con sus propias especificaciones. El proyecto “400”, iniciado en 1977, tomaba un Manta 1.9 S como base y se le cambiaba el motor por una unidad de 2.8 litros, la misma que alimentaba al Admiral de esa época. El éxito fue limitado, a pesar de que los coches se exhibieron en el Salón del Automóvil de Ginebra de 1977. Los coches se pintaron en algunos colores especiales dándole el sobrenombre de “Paradiesvogel” (Ave del Paraíso) debido a la temática del arcoíris.

Se produjeron 28 especímenes con el motor 2.8 de 150 CV. Y tras el éxito del 400 (y el i200/i240), Irmscher volvió a probar con seis cilindros, esta vez produciendo el Manta (B) más potente jamás lanzado, el Irmscher i300. En 1985, el taller compró 29.400 coches de Opel. No tenían caja de cambios ni motor, pero venían equipados con la “Fase 2”. Irmscher instaló el motor de 3.0 litros y 176 CV del Monza y Senator, potencia que se transmitía a una caja de cambios Getrag y a un eje trasero con un diferencial de deslizamiento limitado. Hacía el 0 a 60 mph (97 km/h) en ocho segundos exactos y pudo alcanzar una velocidad máxima de 225 km/h, realmente veloz.
Opel Manta GSi Exclusive: fue el fin de fiesta del Manta (B). Venía con asientos deportivos Recaro de tela roja, un interior de símil de cuero gris y el bodypack completo de los Manta i200 de rally. Este consistía en una cubierta de plástico para los faros, un spoiler delantero y un alerón trasero (que generaba 80 kg de carga aerodinámica a 200 km/h) junto con unos faldones firmados por el especialista Irmscher. También estaba disponible en colores exclusivos, como el Dolphin Grey, y una tira de plástico negra unía los faros posteriores en virtud de un aspecto más dinámico.

Opel Manta GSe ElektroMOD: el futuro es eléctrico, pero también vintage
Bajo el paraguas de Stellantis, la compañía germana quiso sorprender a propios y extraños con un prototipo eléctrico basado en la primera generación del Manta (A). Este restomod abandonó su motor de combustión interna para ser reemplazado por uno eléctrico, algo comprensible si tenemos en cuenta que Opel se volverá una marca completamente eléctrica en 2028. Pero quizá lo más sorprendente del Manta GSe ElektroMOD no es tanto la adopción de un motor eléctrico, sino el hecho de haber mantenido la caja de cambios manual de cuatro relaciones.
Estéticamente, aunque fuese creado para rendir tributo al Manta primigenio, el prototipo acogió un frontal inspirado en el lenguaje de diseño de la marca –Vizor–. Esta parrilla podía comunicarse con el exterior gracias a una serie de mensajes grabados (“Mi corazón alemán ha sido Elektrified” o “Estoy en una misión electro-cero”). La tecnología LED también se utiliza en las luces de circulación diurna, los faros principales y las luces traseras, sorprendentemente tridimensionales y atractivas. Las llantas de, 17 pulgadas, fueron creadas específicamente para el modelo.
El interior presentaba la última tecnología digital de Stellantis. Los diales clásicos se sustituyeron por un panel digital amplio, como en el Mokka y Astra. Las dos pantallas panorámicas integradas, orientadas al conductor, son de 12 y 10”, y muestran información importante sobre el vehículo, como el estado de la carga y la autonomía. La música llega a través de una caja Bluetooth firmada por Marshall, y los asientos deportivos –con su línea amarilla central a juego– fueron los que se desarrollaron para el Opel Adam S, ofreciendo más comodidad y agarre que los originales.
Bajo el capó pintado en negro, el propulsor eléctrico –de ahí viene la “e” en “GSe”– entrega 108 kW (147 CV) y 255 Nm de par. Por tanto, podemos decir sin miedo a equivocarnos que este es el Manta (A) más potente jamás construido, a pesar de que la firma del rayo no declaró ninguna cifra prestacional. Y sí, se pueden engranar las marchas, aunque también tendrías la opción de usarlo como un automático con poner la cuarta velocidad. La batería de iones de litio tenía una capacidad de 31 kWh, lo que le permitía una autonomía media de unos 200 kilómetros.
Lamentablemente, tan solo se trataba de un ejercicio de diseño como hizo Peugeot con el E-Legend. Es una bonita forma de volver a tiempos nostálgicos imaginando un futuro con modelos que marcaron una época.
Fuente: Opel
Opel Manta (A)
Opel Manta (B)
Opel Manta GSe ElektroMOD Concept
Opel Manta: la interesante historia del mejor coupé de la firma del rayo. Galería de fotos
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