La regla del nueve de Saab

El coche más conocido de todos los que posee la marca sueca es el Saab 9-3, una berlina, de corte deportivo, muy bien considerada. Con un diseño de lo más atractivo, tecnología punta que no pasa por alto las principales novedades del sector y un equipamiento a la altura de sus mejores rivales, resulta evidente por qué este es uno de los productos de los que están más orgullosos sus ingenieros.

Por si fuera poco, ahora añade también la tracción total, para poder decir, en voz alta, que el Saab 9-3 Sport Sedán 1.9 TID  LinearEco de 150 CV es uno de los mejores diesel del mercado. Todo ello por un precio de 30.200 euros, con un consumo homologado de 5,9 l/100 km y unas emisiones de 177 gr/km.

Para los que prefieren una estética un poco más agresiva, menos discreta, el Saab 9-3 Cabrio es un vistoso descapotable, con una larga tradición de buenos resultados en el mercado de este segmento. Con un espacio muy cómodo para cuatro pasajeros y una gama con buena relación entre calidad y las prestaciones ofrecidas. La opción del Saab 9-3 Cabrio Aero 2.0T con 210 CV es una a considerar muy seriamente, sobre todo si recordamos que la inversión de 48.400 euros nos ofrece un consumo 8,5 l/100 km y unas emisiones de 213 gr/km.

Sin embargo, a pesar de las grandes virtudes de estas versiones del 9-3, el verdadero estandarte del fabricante nórdico es el Saab 9-5. Con un notable equipamiento y tecnología puntera, acrecentada por su reciente puesta al día, está disponible, además, con dos tipos de carrocerías. El más sobresaliente de todos podría ser el Saab 9-5 Sedán 1.9 TID Linear Sport de 150 CV, con un consumo de 9 l/100 km y unas emisiones de 174 gr/km, por un precio de 35.450 euros.

Tres buenos ejemplos de por qué Saab ha gozado, y lo sigue haciendo, de una reconocida posición y un nombre asociado a la calidad y la seguridad.

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Fuente | MarcaMotor