
La receta de Dacia para bajar emisiones sin disparar los precios
Cuando conocimos el Dacia Duster pudimos ver la evolución de la marca rumana del Grupo Renault. Poco o nada queda desde que se lanzó el Dacia Logan en 2004, un coche destinado a personas que solamente se planteaban comprar vehículos usados... para que pudiesen elegir un coche nuevo.
Luego mejoraron en diseño con el Sandero 2008 y se adentraron con los SUV con el Duster 2010. Siempre con el mismo objetivo: garantizar el coste más bajo en cada pieza para que el conjunto fuese muy económico. La Renaulution también llegó a Dacia, con modelos como el Spring, el Jogger o el nuevo Duster, que estará acompañado por el Bigster en la oferta SUV, con el que entran en el segmento de los SUV compactos... a la manera de Dacia.
Y todo ello, con la descarbonización en mente, porque el objetivo a medio plazo es la movilidad sin emisiones en 2040 en Europa y en 2050 en todo el mundo. Es algo en lo que se lleva trabajando desde hace bastante tiempo y, de hecho, las emisiones de CO2 del Grupo han bajado un 28 % desde 2010. ¿Cómo lo han logrado desde Dacia? Trabajando en varias áreas:
Reduciendo el CO2 en la producción de vehículos
De esa cifra de reducción se ha conseguido recudir un 13% en el proceso de fabricación de vehículos. De cinco modos:
- Coches más ligeros: Un aspecto clave que Colin Chapman aplaudiría. De este modo, un Dacia Spring, incluso siendo 100% eléctrico, pesa menos de 1.000 kg y el nuevo Bigster pesa 150 kg menos que la media de los cinco SUV compactos más vendidos.
- Plataforma única: Desde el Sandero al Bigster, todos los coches tienen la misma base. Eso ayuda la eficiencia industrial y tiene efectos de escala en tecnologías y motores.
- Detalles aerodinámicos: Cierto que los Dacia tiene diseños robustos, pero se persigue la eficiencia en el diseño de retrovisores, alerones y llantas.
- Materiales reciclados en partes visibles: Un ejemplo, el Starkle que vimos en nuestra prueba del Dacia Duster, que emplea un 20% de propileno usado. También se han dejado de utilizar cromados y cueros de origen animal
- Fábricas: Las plantas de Tánger, Casablanca y Pitesti no se han ubicado al azar, sino que están cercanas a los clientes finales. Además, se usan casi al 100 % de su capacidad. Eficiencia en todas las fases. Se usa ya en ellas electricidad renovable (biomasa), hasta el punto de que en 2030 sse espera alcanzar el 80 %.
Reduciendo el CO2 en el uso del vehículo
Obviamente, un coche eléctrico rebaja las emisiones de CO2 que se producen. Hoy por hoy todavía no son equiparables en precio y autonomía a los vehículos de combustión interna, pero el Dacia Spring tiene un precio de acceso interesante y responde sin problema a
En este sentido hay que tener en cuenta el mix energético de cada país, de dónde proviene la energía. España sale muy bien parada en ese sentido, dado el gran porcentaje de energía renovable respecto del total, con cifras mejores que la media europea.
¿Y qué ocurre con quienes no busquen un coche urbano? Hay otras soluciones asequibles en Dacia para acercarse a la descarbonización. Y reducen bastante las emisiones desde los 140 g/km de CO2 de un coche de gasolina
Hybrid
Los híbridos convencionales prometen una reducción del entorno del 20 % de emisiones. En el caso del Bigster estrena un motor 1.8 de cuatro cilindros de ciclo Atkinson con inyección directa y un ratio de comprensión elevado, de 14:1 (fabricado en Valladolid).
Va asociado a dos motores eléctricos y a la caja multimodo para entregar esos 155 CV de potencia y emitir 105 g/km de CO2, con una batería de 1,4 kWh de 45 kg de peso.
MHEV + GLP
Ojo a esta solución, que es única de Dacia y promete emisiones muy cercanas a los híbridos convencionales, pero más económico. Tienen un motor 1.2 turbo de 140 CV (gana 10 CV, como el del Rafale) y dos depósitos de 50 litros para gasolina o GLP, con los que puede superar los 1.400 km de autonomía. Con la batería de 48 v las emisiones se quedan en 115 g/km de CO2.
MHEV
No falta la tecnología mild hybrid convencional, con un motor sobrealimentado con turbo de geometría variable que trabaja en ciclo Miller. Se asocia a una batería de 0,84 kWh de capacidad que pesa 18 kg y entrega 130 CV y 230 Nm de par, con unas emisiones de 124 g/km de CO2 (135 g/km en las versiones 4×4 del Duster).
GLP
Dacia no olvida al GLP. Desde 2009 han vendido más de un millón de unidades con este combustible y en estos momentos lo ofrece en los cuatro modelos con motor de combustión disponibles (al Bigster llega en junio de 2025).
Además de rebajar un 27 % los costes de uso, tiene unas buenas prestaciones, ya que entregan 100 CV y 170 Nm de par, como vimos en nuestra prueba del Dacia Sandero Stepway. En este caso, con unas emisiones de apenas 105 g/km de CO2 y cifras de autonomía espectaculares.
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