El prototipo terminado siguió en manos de General Motors y sirvió unos años para fines promocionales, llegando a ser portada en varias revistas de renombre. Posteriormente pasaría a formar parte del Museo del Indianapolis Motor Speedway, donde se le hizo una completa restauración y se paseó por varios eventos. En años posteriores pasó por varios museos y exhibiciones, volviendo incluso a Sebring, el circuito que le vio nacer.

En 2025 fue la primera vez que se ofreció al público en una subasta de RM Sotheby’s. El Chevrolet Corvette SS XP-64. se vendió por 7.705.000 dólares (7,14 millones de euros al cambio) y batió un récord para este modelo.