Qué es el efecto pantalla en los coches y cómo evitarlo: un riesgo invisible en carretera

Cuando circulamos por carretera, a menudo prestamos atención a factores como la velocidad, el estado del asfalto o el tráfico. Sin embargo, hay fenómenos menos visibles que pueden poner en jaque nuestra seguridad. Uno de ellos es el efecto pantalla, una situación provocada por el viento que puede sorprender incluso a los conductores más experimentados. En este artículo te explicamos qué es el efecto pantalla en un coche, cuándo se produce y qué puedes hacer para minimizar sus consecuencias.

10 claves para conducir con viento

¿Qué es el efecto pantalla en conducción?

El efecto pantalla se produce cuando un vehículo transita desde una zona protegida del viento (como detrás de una pared, una montaña o un camión de gran tamaño) a una zona expuesta, y recibe de forma repentina una ráfaga lateral de viento.

Este cambio brusco en la presión del aire puede desestabilizar el coche, provocar desviaciones de trayectoria e incluso generar una pérdida momentánea de control si no se reacciona correctamente. El efecto es aún más acusado si el viento sopla con fuerza y de forma racheada.

¿Cuándo se sufre más el efecto pantalla?

Este fenómeno se da con mayor frecuencia en las siguientes situaciones:

• Al salir de un túnel: al abandonar una zona cubierta, el coche se ve expuesto al viento lateral de forma súbita.
• Al adelantar o ser adelantado por vehículos grandes: como camiones o autobuses, que generan su propia “burbuja” aerodinámica.
• Al pasar de zonas boscosas o urbanas a espacios abiertos, como campos o puentes, donde no hay elementos que frenen el viento.
• En tramos de montaña, donde los vientos pueden canalizarse por valles y embocar de forma violenta contra la carretera.
• En días de temporal, con viento fuerte o avisos meteorológicos por rachas intensas.

¿Qué coches son más vulnerables al efecto pantalla?

Aunque todos los vehículos pueden verse afectados, hay algunos que son más sensibles al efecto pantalla:

• Coches altos, como SUV, furgonetas o monovolúmenes, por tener mayor superficie lateral.
• Vehículos ligeros, ya que tienen menos masa para resistir el empuje del viento.
• Coches con remolque o caravanas, cuya inercia puede jugar en contra si no se lleva correctamente enganchado y distribuido el peso.
• Vehículos con carga en el techo, que aumentan el centro de gravedad y la resistencia lateral.

Cómo evitar o minimizar el efecto pantalla

Aunque no siempre se puede prever, hay medidas que puedes tomar para reducir el riesgo que implica el efecto pantalla:

1. Sujeta el volante con firmeza

Mantén las dos manos en el volante, especialmente al salir de túneles, al adelantar o cuando veas carteles de viento lateral. Esto te permitirá corregir más rápidamente una desviación.

2. Modera la velocidad

Cuanto más rápido vayas, menos tiempo tienes para reaccionar ante una ráfaga. Reducir la velocidad no solo mejora el control, sino que también reduce la superficie de exposición al viento por segundo.

3. Anticípate al entorno

Observa el paisaje. Si ves árboles inclinados, polvo o vegetación moviéndose con fuerza, prepárate para posibles ráfagas. También es útil prever cuándo terminará un túnel o un tramo protegido.

4. Evita adelantamientos innecesarios

Adelantar a un vehículo de gran tamaño en condiciones de viento lateral puede ser muy arriesgado. Si no es urgente, mantén la distancia y espera un tramo más favorable.

5. Distribuye bien la carga

Si llevas carga en el maletero o en el techo, asegúrate de que esté bien colocada y fijada. Un coche mal equilibrado es más inestable ante el viento lateral.

6. Revisa la presión de los neumáticos

Unos neumáticos con presión incorrecta pueden agravar el comportamiento del coche cuando se ve afectado por el efecto pantalla. Además, comprometen la adherencia y el frenado.

Un fenómeno invisible, pero con consecuencias reales

El efecto pantalla es uno de esos peligros que pueden aparecer de forma inesperada y generar un susto (o algo peor) si no se está atento. No depende del estado del vehículo ni de la habilidad del conductor, sino de las condiciones externas. Sin embargo, estar informado y conducir con precaución puede marcar la diferencia.

Así que la próxima vez que circules por una autovía en un día ventoso, salgas de un túnel o te acerques a un camión de gran tamaño, recuerda este concepto y mantén la atención al volante. Un pequeño gesto puede evitar una gran consecuencia.